domingo, 18 de diciembre de 2011

CRISTINA VILLANUEVA

Una charla con Heráclito
El aire  mece el sonido, cuna, cura.
La noche es un lecho de sueños revueltos que giran  Por  cada velo caído, asoman  infinitas ventanas, aparecen y se desvanecen  los deseos. A nadar la noche, los pájaros con  ruidos brillantes invitan a tirarse en ese oscuro tiempo del río que nos moja tantas veces el mismo. La piel mueve los sueños-

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