martes, 1 de mayo de 2012

RAINER MARÍA RILKE

2 Cartas a Augusto Rodin
Tomado del libro Cartas a Rodín, Ediciones La Pléyade, 1971

Scholls Haseldorf
28 de junio 1902
Alemania

Honorable Maestro;

Me he propuesto escribir para las nuevas monografías de arte alemanas, publicadas por el profesor Richard Muther, el volumen dedicado a su obra. Así quedará cumplido uno de mis más ardientes deseos. La oportunidad de escribir sobre sus obras para mí es una vocación interior, una fiesta, una alegría, un grande y noble deber hacia el cual se vuelven mi amor y todo mi celo.
Comprenderá usted, mi Maestro, que intentaré realizar ese trabajo con tanta conciencia y profundidad como me sea posible. Para hacerlo, sólo necesito de su generosa ayuda. Este otoño me trasladé a París para verlo y absorberme en sus obras; especialmente para penetrar en sus dibujos, tan poco conocidos en el extranjero. Pero como ya debo dedicarme a los trabajos preparatorios, pronto necesitaré sus preciosos consejos. Para pedírselos, le escribo esta carta.
Ante todo el editor quiere tener en sus manos, cuanto antes, las reproducciones –el volumen deberá contener de ocho a siez reproducciones. Por esto me permito preguntarle a quién podré dirigirme para obtenerlas.
Además le rogaré que me entere si existe una estimación aproximada de su obra, indicándome los títulos de los libros que se refieren a ella; me serán especialmente necesarios algunos ensayos que contengan detalles autobiográficos. Le quedaré muy agradecido si me brinda su ayuda en tal sentido.
Le parecerá una indiscreción mía que me atreva a dirigirme a usted por estas bagatelas; más es de una gran importancia para mí obtener los mejores consejos e indicaciones sobre este tema y sólo usted puede dármelos.
Considero una gran pérdida no haber podido visitar su exposición en Praga, a la que me había invitado la sociedad “Manes”. Pero espero ver este otoño en París todo lo que estuvo reunido en Praga. Le ruego encarecidamente, mi Maestro, que me entere si una gran parte de sus obras más importantes debe ser expuesta en otra ciudad, para que, en ese caso, pueda verlas antes de ir a París, pues de manera muy especial deseo conocer todas sus obras antes de emprender la tarea.
No quiero concluir esta carta sin rogarle me perdone el estilo –escribir francés ¡me cuesta tanto!- y me permita recordarle mi mujer, la escultora Clara Westhoff, de Worpewede, cerca de Bremen, quien en 1900 tuvo el gran honor de trabajar en París, no lejos de usted y de la eternidad que rodea a su persona. Ella le ha enviado, hace dos meses, algunas pruebas de sus recientes trabajos, con una carta que ha tomado muy a pecho: ahora espera, lo adivino, con angustia e impaciencia, querido Maestro, una sola palabra suya y sus consejos, que tan importantes son y que decidirán su porvenir: sin ellos, tantea entre sí, como una ciega.
Aún me falta rogarle, ilustre Maestro, que quiera perdonarme las indiscreciones de esta carta sin forma y que crea que me siento muy feliz al poder expresarle mi admiración y la devoción más profunda.

Rainer María Rilke
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Carta 2
Scholls Haseldorf
8 de julio 1902
Alemania

Mi muy Honorable Maestro;

Me ha hecho usted muy feliz con su carta. Le agradezco infinitamente todas las indicaciones e información y, muy particularmente, los buenos recuerdos y sus buenas palabras que envía a la señora Clara Westhoff.
En estos días parto para Worpswede y llevaré a mi mujer su carta, que le causará una profunda alegría.
Ante todo ya he encargado el libro a León Maillard, pero mi trabajo principal comenzará en París, adonde iré en el mes de septiembre, ya que usted no estará allí en octubre. Entonces, en muchos casos, necesitaré de su ayuda y de sus buenos consejos como el pan, para poder conducir mi trabajo a buen fin. Pero ante todo, impaciente, me alboroza pensar que pasaré varios días cerca de usted, cerca de su obra.
Quizá también le sea posible a la señora Clara Westhoff acompañarme a París (¡Cómo lo desea! Creo que ella le ha escrito) Me permitiré, mi Maestro, en todo caso, escribirle anunciándole cuándo llegaré, para estar seguro de encontrarlo.
Reiterándole mi más ardiente agradecimiento por su buena carta, lo saludo, ilustre maestro, con toda mi admiración.

Rainer María Rilke

PS. Transmitiré los saludos a M. Richard Mather.
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1 comentario:

Proyecto Sapere Aude dijo...

si quieres saber mas de rilke visita :

http://proyectosapereaude.blogspot.mx/2012/06/rilke-el-gran-poeta.html