viernes, 27 de julio de 2012

ROLANDO GABRIELLI

Rolando Gabrielli, escritor, poeta y  periodista chileno radicado en Panamá, colaborador de Arte y Letras, nos envía este interesante texto sobre lo ocurrido en Denver, días pasados.
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El enmascarado de Denver


James Holmes, de 24 años, estudiante de postgrado en Neurociencias (Medicina) de la Universidad de Colorado, vestido de negro, cubierto por un casco, pantalones y un chaleco antibalas, de una màscara antigas, armado con una escopeta, un fusil y otras dos armas, irrumpiò en uno de los 16 cines del Century 16 de Aurora, en las afueras de Denver, Colorado, 9 o 10 minutos antes que una sala abarrotada de personas se dispusieran a ver la pelìcula del momento: El caballero oscuro. La leyenda renace, y sin motivos esclarecidos, asesinò a 12 personas, dejò a otras 71 heridas de bala, 11 de las cuales se encuentran hospitalizadas en estado crìtico. Entre los heridos, cuatro son militares. Un marino que estaba en el cine, se dio por desaparecido. Falleciò una periodista deportiva, Jessica Redfield, que hace unos dìas habìa escapado de un tiroteo en Toronto, Canadà. Como todos estos actos ciegos, confusos, masivos, producen en un principio confusiòn no solo para los protagonistas, sino la informaciòn que se desliza en las primeras horas y dìas, hasta que las investigaciones tomen su curso definitivo, tampoco es del todo confiable. Otras cifras hablan de 58 heridos, a pesar que las autoridades dijeron 71 en un principicio.


Holmes, nativo de San Diego, vestìa a medianoche de ese fatal dìa, como Bane, el terrorista que enfrenta al Caballero oscuro, con una máscara antigas, y previo a la masacre, lanzaba un par de bombas lacrimògenas que desorientaron a sus vìctimas que pensaban que era parte del espectàculo, de la presentaciòn del largometraje. El terror se apoderò en segundos, en la noche màs oscura en el verano de Aurora, en un suburbio de Denver. La gente corriò perdiendo sus zapatos, confites, dejando celulares en el cine. Se supo despuès, que el fusil semiautomàtico que cargaba el asesino, se trabò, si no, las muertes habrìan sido mucho màs, porque la potente arma dispara entre 50 y 60 cartuchos por minuto.
La policìa cree que actuò en solitario, que no hay indicios de terrorismo, aunque James Holmes avisò que su departamento està con cargas de explosivos y ya se sabe que costarà horas desarmar el complejo sistema creado por èl. El Joker de Denver, en opinión de alguna de las autoridades, es un perturbado,"una aberración de la naturaleza" Lo cierto es que escogió el día del estreno del último Batman y atacó no precisamente en ciudad Gótica, sino en un tranquilo y apartado pueblo del Oeste de Estados Unidos. En uno de los Estados de la Unión, integrados por una población de unos 312 millones de habitantes, y se estima que existen más de 300 millones de armas de fuego.
Un final tràgico para un Batman que despide su saga en un mundo cada vez màs caòtico, urgido de algùn tipo de salvaciòn, aunque sea en el celuloide, ya nadie se siente seguro.


Colorado viviò en 1999 en la escuela secundaria de Columbine, Condado de Jefferson, en las cercanìas de Littleton, una de las grandes masacres en Estados Unidos, cuando dos alumnos asesinaros a 14 compañeros y un profesor, ademàs de dejar un saldo de 24 heridos. Michael Moore, documentò en el cine la tragedia bajo el tìtulo de Bowling for Columbine y denunciò la proliferaciòn escalofrìante de armas en Estados Unidos. Eric y Dylan, los asesinos de Columbine querìan aparecer en una pelìcula de Tarantino o Spielberg. Diversos cineastas de Estados Unidos, inclusive Finlandia y la propia TV norteamericana, recrearon despuès los hechos directa e indirectamente.
En Aurora, Denver, con los cadàveres aùn frescos y la incertidumbre en el rostro de las autoridades, no son pocas las preguntas que se hacen los protagonistas de la noche infausta en el Century 16, como la comunidad y el mundo.
El New York Time, a medida que transcurren las horas, ha elaborado un perfil de Holmes, y lo califica de un muchacho tìmido, solitario, becado y graduado con honores de la Universidad de California-Riverside. ¿Cuàntos solitarios hay en Estados Unidos y en un mundo llenos de solitarios?
La ùnica fotografìa que se le conoce y ha dado la vuelta del mundo, lo muestra como hipnotizado, hechizado por algo desconocido, eso que no sabemos que hay dentro de la persona. Tiene un aire del joven Mr. Spock, alucinado por planetas que conocen el infinito y no se detienen. (Ya se ha incorporado una toma de fotos ante los tribunales, con el pelo rojo-naranja del Guasòn, el enemigo histriònico de Batman) Mira desde el limbo, perdido en sì mismo y nadie sabe hacia donde gira su mente, desde la medianoche fatal de Denver.
Desde un primer momento nos inclinamos por la influencia de los videojuegos de guerra, tan populares y que calan hondo en la psiquis de los jòvenes, que viven la experiencia como si fuera real. El asesino de Aurora, presunto desequilibrado genial, ahora sabemos que le gustaban los video juegos, esas màquinas programadas que roban el espìritu, alienan, y se instalan como ausencia de conciencia y la ficciòn convierte en gelatina gaseosa la realidad. Màquinas que gatillan el inconsciente y traban el orden establecido, anidan en las cavidades ìntimas de quienes se vuelan de la realidad real.
Hoy pasè por una sala de video juegos tercermundistas, subdesarrollados, pretenciosos, con la dosis mortal suficiente, y me detuve en los rostros evaporados por la violencia ficcionada, la muerte artificial. Escapan y se convierten en extraños de sì mismos. La ficciòn les corta el cordòn umbilical con la realidad. Sueñan con devastar territorios desconocidos y habitantes sin nombre, erigirse en conquistadores. Tienen el control de lo desconocido, un caramelo feroz para una mente que disfruta un desquiciamiento gozoso. El impacto mortal es su adrenalina.


No tenìamos ningùn indicio, porque el sopechoso carecìa de todo antecedente policial y se creìa inclusive que llegò a Colorado procedente de Tennessee, por la placa de su automòvil. Con el correr del tiempo se ha ido conformando un perfil màs acertado. Holmes usaba el nùmero 16 en su uniforme blanco del equipo de fùtbol de su colegio. 16 son los cines, pero escogiò el nùmero 9 para atacar. Esa sala y lugar han quedado estigmatizados en el aparentemente tranquilo pueblo de Aurora, pero Hollywood deberà repasar su propia pelìcula. Al dìa siguiente, los cines y restaurantes se llenaron màs de lo esperado, en "señal de resistencia". El consumismo de la muerte impide la reflexiòn, el espectàculo se sigue apoderando de las mentes. A partir de su detenciòn y desmantelamiento de su arsenal explosivo en su apartamento, los periodistas siguen informando del "posible sospechoso" Los cables procedentes de Estados Unidos hablan que el enmascarado de Denver, en su primer dìa de preso, escupe a los guardias y a quien se le acerque. Un par de días después, las personas han comprado más armas en Colorado.
"If people would just rise up and say 'Damn it, this is not the America I'm going to live in. This is too great of a country to let this happen again. I am not going to let this happen again,'" Michael Moore said. "Si la gente se levanta y dice Maldita sea, esta no es la Amèrica que yo voy a vivir. Esto es demasiado grande para un paìs y dejar que vuelva a suceder. No voy a dejar que esto vuelva a suceder". dijo Michael Moore.

DEL EPILOGAR
Se sabràn màs cosas/ la muerte ya hablò/ por mì/ayer/mañana/No sabemos cuando/ volverà/ocasiones no faltaràn/La muerte es muerte/actual/se dispara sin disparador/es un comic de comic/Tiene alas propias/municiones en cantidad/pum, pum, pum/cae la vida en algùn lugar.


No pasa mucho tiempo y el pañuelo se va abriendo. Los distintos actores, escenarios, están acomodándose y, sobre todo, ocurren pistas impensadas, dignas de la mejor saga de Hollywood. Mientras algunos piden la silla eléctrica, que fue utilizada por última vez en Colorado en 1976, hay quienes hablan de alienación y ello significaría que el Joker de Denver podría pasar el resto de su vida en un psiquiátrico. La última gran revelación, tiene unas horas, es que James Holmes es un hombre de cuidadosas pistas. Previo a la masacre, envió con anticipación por correo a un psiquiatra un cuaderno con dibujos y detalles de como cometería sus crímenes. La corrspondencia no llegó a su destinario, solo fue abierta el pasado lunes y la información fue dada a conocer por las autoridades estadounidenses. El psiquiatra de la Universidad de Colorado fue quien dio la alarma tardía al FBI y la policía, cuando él se enteró. Hubo un primer paquete con un contenido no definido y tampoco peligroso.El paquete estuvo en el correo desde el pasado 12 de julio y su contenido son ilustraciones que muestran como iba cometer sus crímenes. Algo se rompiò en la mente del brillante estudiante de San Diego, escindiò y disparò. Los pròximos dìas y los expertos tendràn que entrar al verdadero escenario, la mente, motivaciones, que tuvo Holmes para actuar. Mientras no se rompa su silencio, ni sabremos la dimensiòn y profundidad de este drama. Cada historia tiene su propio protagonista. ¿Tenìa conciencia de la realidad? Una gran X a despejar.
La saga continùa, tanto en las pantallas como en la vida real. Se seguiràn escribiendo nuevos capìtulos, deben haber no pocas historias por contar. El protagonista quizàs cuente la suya, que es la principal. Mucha informaciòn ha entintado los diarios y rodado por el ciberespacio desde el primer instante de los tràgicos sucesos de ocurridos este verano en un cine de Aurora. Los acontecimientos estàn muy fescos para conocer las verdaderas motivaciones de su autor. Hay 11 heridos en los hospitales aùn luchando por sus vidas, en mayor o menor grado. La historia se ha repetido en Colorado. ¿Què hacer ahora?, es la gran interrogante a despejar. 
Despido esta nota, cuyo curso desconocemos, con una afirmaciòn de uno de los protagonistas de la novela de Haruki Huramani, Sputnik, mi amor: "No puedo discernir una cosa de otra, algo que existe de algo que no existe". Esta frase pudo pasarle por la mente al Enmascarado de Denver previo a la masacre.

Rolando Denver, interrogado por nosotros, se mostrò perplejo, desconcertado, sin interès de responder pregunta alguna, y se sentìa en su mirada que las interrogantes entraban y salìan, como abriendo agujeros sin nombre. Estuvo y no estuvo allì, para ver y no ver, el futuro.

EN AURORA, DENVER, COLORADO

En Aurora, Denver, Colorado,
la noche es clara noche de verano,
están tensos los jòvenes cuerpos alegres,
si los filmara con una càmara oculta
me deslumbrarían sus frescos tallos dorados
Bajo el claro tiempo del estío,
la nieve ya dejò Denver 
detràs de los relucientes cristales del verano
Los ancianos no abandonan sus porches 
en las noches de Colorado,
puede que la luna llena no entusiasme 
a televidentes y fanàticos de los videojuegos,
y sueñen con la noche digital de Denver,
donde todo estaba escrito en sus pantallas,
la vida y la muerte a un golpe de dedos,
juegos de guerra
Esta no dejarà de ser una magnìfica noche de Colorado,
es clara en Aurora, Denver, Colorado.
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