En el año de 1886 miles de trabajadores de Chicago en Estados Unidos cansados de ser explotados, decidieron defender sus derechos laborales y se lanzaron a las calles para exigir: Una jornada de trabajo de 8 horas, tener el derecho a la huelga, a la libertad de expresión y asociación, así como a tener un trabajo y un salario justo. Sin embargo muchos de ellos murieron en el intento.
En Homenaje.
Hoy, más que nunca, por un ¡BASTA! a los mercaderes de la muerte que asolan el planeta con una rapiña fenomenal, causando hambre y guerras por doquier.
No olvidar: El hambre y las guerras, no son una catástrofe. Son una forma de gobierno.
No olvidar: El hambre y las guerras, no son una catástrofe. Son una forma de gobierno.
"Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormick, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza! ¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria. Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo. Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!. Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden... ¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís! ¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!."
Adolph Fischer
Quien antes de ser ahorcado, les dijo:
Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno... pero si he de ser ahorcado por profesar mis ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo inconveniente. Lo digo bien alto: ¡dispongan de mi vida!
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