“DE ESCALERAS Y OTRAS REFERENCIAS”
(Subir, no es lo mismo que elevarse)
Introito
El
contenido determina la forma.
La
forma, es el soporte de lo que pretendo decir.
No
es un lenguaje (que se corresponde con la palabra) sino, “otra manera” de expresar.
Cuando
tengo algo para comunicar, anunciar, es que aparece la forma (la condición)
para que se de el hecho del encuentro con el otro que observa; éste, sólo puede
ejercer la apreciación, desde su visión subjetiva. El Maestro Adolfo De Ferrari
decía: “Con la razón no se pinta, con el alma sí”
Quiere
decir, que es un encuentro de almas entre mi yo hacedor y el yo de quien
contempla. Poner en esto la razón aleja del encanto del sentimiento, ya que el
cómo y el por qué fue hecha una obra, es algo que no la modifica.
En
cierto momento, me alejé del mundo de la expresión artística, pues consideraba
que no tenía sentido continuar mi trabajo de escultor. Para qué hacerlo,
entonces. Me despojé de todo: obras, herramientas, materiales.
Me
introduje en el universo de la Web, creando una página que di en llamar Arte y
Letras, una revista de cultura. Horas y horas ante la PC poniendo, quitando,
agregando, copiando y pegando. El resultado, lleva ya más de diez años en la
Red. Y miles de lectores la recorren.
Una
tarde, mientras transitaba ese universo indagando, buscando, observé unos
dibujos que detuvieron el recorrido. Allí quedé mirando esas imágenes
maravillosas, llenas de expresión, de contenido. Eran dibujos de Carlos Alonso.
Toda
la tarde me acompañaron esas obras, las memoraba y sentía placer. Un extraño
placer, hasta que descubrí que eso, no era otra cosa que las ganas que estaban
empujando desde lo hondo de mí, desde muy adentro y pugnaban por salir.
Siempre
hubo (y hay) papeles y lápices en rededor mío. Me puse a dibujar esa noche, sin
dormir, como afiebrado. Sentí que estaba viajando desde un lugar desconocido,
lejano. Comprendí: volvía a mi mundo, a mis ganas, a mi propia protección.
Pero
las dudas… ¿Tenía sentido? Y me respondía con otro interrogante ¿cuál es
el sentido del arte? Y más dudas sobre la imagen, sobre la figuración, la no
figuración, sobre lo que “hoy se hace” y seguía, no paraba, hasta que compré
algo de arcilla, yeso, alambre y me dije: Los trepadores. Sí, esos que suben,
pero que no se elevan. Y apareció la serie: esto que hoy expongo, sabiendo que
no soy innovador, ni transgresor y mucho menos, un tipo de vanguardia.
Hago
lo que empuja, lo que quiere salir, lo que quizás mi alma le esté dictando a
mis manos diciéndoles qué es lo que tienen que hacer aquí afuera para que otros
vean, miren, perciban y sientan.
Con
el deseo, claro es, de encontrar espíritus afines en el sentir
Me
muestro con estas formas que pretendo armónicas aún en el arrebato de componer
en el espacio con volúmenes que determinan las abundosas figuras.
Quizás,
aquellas palabras del Maestro De Ferrari revelen un poco esto que hago.
O
tal vez, sean estas esculturas y dibujos lo que me explique y me justifique
ante los demás
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