lunes, 28 de noviembre de 2011

MIENTRAS LA ESPERO

De mi autoría

En el barcito, mientras espero a Erika mi hija, que está en su clase de tenis; la observo a través de la ventana, la veo correr junto a sus compañeros siguiendo las indicaciones del profesor.
Arriba, sobre el techo del bar la autopista, estrépito de camiones que se deslizan por la bajada que da a la calle Solís; hay un murmullo de personas que vienen a practicar este deporte individual, aunque a veces se juegue en pareja, dos contra dos.
A Erika parece ser que le atrapan estas disciplinas en las que sola, con otro enfrentado, expresa los movimientos de su cuerpo. También el ping-pong que lo practica en la escuela. Y gana sus trofeos.
Tengo algo más de una hora en la espera; apenas me siento a la mesa, Noelia, la bella niña que hace de mesera me trae un cortado sin que se lo pida. Rituales, llamo a estas maneras de comunicación. Entonces despliego cuaderno, libro, lapiceras y me entrego a la lectura o a la escritura según las ganas. Esta vez es Faucault, desde un compilado de textos que dicen sobre el lenguaje libertario, intentando hacer un análisis sobre las relaciones del poder. Y habla sobre dicotomías entre instinto y represión vinculado esto a una concepción freudiana y hace un desarrollo interesante planteando cómo los psicoanalistas desplazaron considerablemente el problema, haciendo surgir una nueva noción de instinto y Faucault dice sentirse preocupado y molesto, porque en la elaboración propuesta por los psicoanalistas, estos cambian el concepto de deseo, de instinto, pero no cambian en absoluto la concepción de poder.
Y se plantea una cuestión: “cómo es que Occidente conciba el poder de manera restrictiva -y dice-, tan negativa". Y opina que esto se debe a la influencia de Kant, idea según la cual en última instancia, la ley moral, el “tú no debes”, la oposición “debes / no debes” es, en el fondo, la matriz de la regulación de toda la conducta humana”.
Yo creo que mucho antes que Kant, esta cuestión de la conducta humana tiene raíces muy profundas en los asuntos tratados en el Nuevo Testamento, a la vez que en el crecimiento del poder en el seno de la Iglesia, que se transforma en Estado, paralelamente al poder de conquista de las crecientes monarquías que fueron apareciendo en el transcurso de la Edad Media, por supuesto, lo que luego se llamaría burguesía, que se viene gestado desde aquellos tiempos.
Pero todas estas cuestiones, sean el Estado, la burguesía, la monarquía o como se llame, incluso en nuestros días, tiene como fundamento única y principalmente, la conquista del dinero. Y esto es El Poder, más allá que Faucault, luego, intenta desarrollar una teoría por la cual se interroga acerca de la posibilidad de analizar el poder en sus mecanismos positivos.
Porque las formas de dominación, la de todos los días, en las oficinas, en las escuelas, en los cuarteles, en los matrimonios, en las relaciones padres e hijos, en las calles o donde sea, todas, están sojuzgadas por la Gran Dominación.
Faucault dice que Marx dice que no hay UN poder sino que hay varios poderes y formas de dominación.
Tengo mis dudas.
El Gran Poder hace docencia para que las sociedades mantengan de manera permanente la dicotomía: dominantes-dominados. El poder no es una apariencia ni una teoría. El poder se ejerce. Y si así no fuera, entonces por qué, tantos y tantos pensadores se ocuparon y se ocupan por desentrañar esta cuestión. No es una abstracción. Ni una idea. Es un acto. De poder.
Más todos los textos explicativos, todas las teorías, no revierten la situación. Se puede hablar sobre el poder, se lo puede negar, explicar, o lo que se quiera, pero la situación sigue siendo la misma: dominantes-dominados
Ahora digo, o pregunto: esta relación entre los que mandan y los que obedecen: ¿Desde Cuándo? ¿En qué momento de la historia del hombre, comienza esta nueva historia? ¿Cuándo, cómo? ¿Bajo cuáles circunstancias alguien se dejó mandar, dejando en el camino su libertad? Y lo peor, para los tiempos, fue que aquél y aquellos que dejaron de lado su libertad en aras de ser mandados, lo hicieron a perpetuidad. Y desde allá, desde entonces, el desequilibrio, la inseguridad y la tristeza para los dominados.
Y no importa si el que manda es noble o cruel. Porque de cualquier manera, la relación no se modifica. A quien se sirve, es al que manda. Ya sabemos lo que sucede cuando el mandado o dominado intenta modificar la relación. El que manda, de inmediato, muestra los dientes y la dentellada suele ser fatal.
Por esto y para esto es que se ha creado el Estado. Para el dominio, para sostener la división. Porque quienes mandan, quienes detentan el poder lo hacen desde todas las maneras posibles, pero en principio, con la utilización del Estado y desde allí, organizan el aparato jurídico que les permite sostener ese, SU Poder.
Ya lo dijo Aristóteles en el Capítulo Primero de La Política: "Ha sido la misma naturaleza la que ha creado ciertos seres para dirigir y otros para obedecer, ambos se asocian por el instinto de conservación. Ha dispuesto que el ser dotado de razón y de prudencia mande, y el que por sus condiciones corporales pueda realizar los mandatos, obedezca"
Y en el final de Capítulo 1, termina diciendo: "Justicia: esa es la base de la sociedad; derecho: ese es el principio de la asociación política"
Hablando, claro es, de la construcción del Estado.   
Y quienes detentan el poder, tienen quien los justifique, desde hace ya algunos miles de años.

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