jueves, 19 de julio de 2012

SYLVIA IPARRAGUIRRE

Entrevistada por Helios Buira

HELIOS BUIRA - Sylvia: contale a los lectores de Arte y Letras, acerca de tus inicios en el mundo de las letras.

SYLVIA IPARRAGUIRRE: - Me inicié como lectora y sigo así, fui y seré una lectora omnívora. Tuve la suerte de tener una biblioteca cerca, en la casa de mi abuela. De ahí viene mi gusto por las enciclopedias que no me abandona. De ahí viene mi primera lectura de Tolstoi, de Robinson Crusoe, y también el placer de encontrar libros raros o que me lo parecían pero que estimulaban mi curiosidad por leer. También el descubrimiento de la poesía. La escritura vino mucho después.

HB: - Cuándo sentiste o supiste ese... "ahora soy escritora"

SI: - No es algo que haya sentido en un momento preciso. Desde ya no con mis dos primeros libros, tal vez con el tercero empecé a considerarlo. Es bastante inasible eso de “ser algo”. De todos modos, hace ya mucho tiempo que me sé escritora. Es algo que tiene que ver conmigo, no con los demás.

HB: - Es tendencia que cuando alguien dice artista, se refiere a quienes su obra compete al mundo de las artes plásticas. En cambio, se dice escritor en referencia a los narradores. O poeta, o dramaturgo. ¿Cuál es la diferencia si es que la hay?

SI: -Artista es una palabra ambigua, tiene un registro muy amplio. Puede ser la manera ingenua en que alguien se refiera a otro que hace una actividad fuera de lo común, especialmente actores. Se dice: un artista de la televisión. Pienso que en el arte la dimensión la da la contundencia de un oficio, la palabra que nombra un oficio. No puedo pensar a Miguel Ángel como “artista”, pienso “escultor” o “pintor”. Si digo “uno de los grandes artistas de la humanidad” entonces digo algo. Pero Leonardo por ejemplo, es un genio, uno de los pocos a los que cabalmente se le puede aplicar la palabra. No diría es una artista, aunque, naturalmente lo es. En cuanto a los escritores, para mí son siempre escritores, poetas o dramaturgos.

HB: - ¿Referentes? O admirados, guías, esos por los cuales significaste la senda. Tu camino de escritora.

SI:  La lista sería interminable; cada escritor que he leído me ha formado, pero hay muchos que releo constantemente: Borges, Arlt, Rulfo, Joyce, Carpentier, Tolstoy, Fielding, Echeverría, Kafka, Chejov, Faulkner, Berveroba, Sarmiento, Virginia Woolf, Baudelaire, Mijaíl Bajtín, seguirían decenas. Y, sin duda, Abelardo Castillo.

HB: - Al escribir tus obras. ¿Sos de corregir? Me refiero a si corregís con vehemencia, o aceptás lo que fluye y lo vas dejando así, como sale.

SI: - En un primer momento acepto todo lo que fluye porque en ese fluir aparecen cosas que valen la pena, algunas. Después corrijo con vehemencia, con dudas, con dedicación. Es muy raro, rarísimo diría, que lo deje así, como sale.

HB: - ¿Cómo llegás a la forma, a decir eso que contás tan bellamente?

SI: -  La forma para mí siempre es una búsqueda de lo que quiero decir;  tal vez una de las formas de la belleza sea la claridad, lo que no quiere decir simplicidad. La forma es una de las cuestiones más arduas en literatura porque mientras el pintor o el escultor ven su materia, la palpan, el escritor tiene como materia prima las palabras. Y las palabras tiene una larga historia antes de llegar a nosotros; ya han dicho todo, o casi todo. Entonces hay que buscar una forma en que las palabras empiecen a decir aquello que uno quiere decir. Sin contar que la novela como género implica una gran problemática de la forma: la representación del tiempo y el espacio, por ejemplo. La elección del punto de vista, la construcción del personaje. Son todas cuestiones de la forma.

HB: - ¿Cuál es tu manera de trabajar, de escribir la obra? ¿Hay alguna hora en particular, o lo hacés cuando aparece eso que llaman "inspiración”?

SI: - Sinceramente desconozco lo que llaman inspiración. Cuando estoy escribiendo casi todo lo de alrededor empieza girar en torno a lo que estoy haciendo: nombres, coincidencias, ideas súbitas, diálogos de la realidad que “tiene que ver” con lo que escribo o que remiten a lo que estoy pensando. Sucede esto cuando estoy adentro de lo que narro, cuando logré llegar a un punto en el que la realidad de la ficción es tan real y fuerte como la realidad en que vivo. En ese punto pueden aparecer ideas núcleo, por llamarlas de alguna manera, que hacen avanzar el trabajo. Son como pequeñas iluminaciones dentro de lo que estás haciendo.

HB: - ¿Hay referencias de escritores que trabajaron o trabajan por encargo? Que una editorial, le diga: -Escríbame sobre este tema... - digo, por ejemplo.

SI: -Se han hecho cosas maravillosas por encargo. Desde ya, todo el Renacimiento es arte por encargo. Roberto Arlt escribía por encargo ya que vivía de las notas que debía publicar día tras día en su columna. La revista El Hogar le encargaba a Borges escribir reseñas de libros argentinos y extranjeros que hoy son modélicas. Es posible que una editorial le sugiera a determinado tipo de escritor que siga una línea, en el sentido más comercial. A veces las editoriales hacen antologías temáticas (el amor, por ejemplo, o la violencia) y le piden a un grupo de escritores que escriban cuentos sobre el tema. Hay excelentes antologías de este tipo. Pero no es lo habitual.

HB: - Mujeres. ¿Quiénes te atrapan, te llenan de regocijo al leerlas?

SI: - Al leerlas y al releerlas: Katherine Mansfield, Mercé Rodoreda. Carson MacCullers, Flannery O'Connor, Virginia Woolf, Sylvia Plath, Nina Berverova, Angélica Gorodischer, Margueritte Yourcenar, Ana María Matute, Griselda Gambaro, Charlotte Brönte... y podría seguir la lista

HB: - ¿Hay diferencias entre un escritor y una escritora? Me refiero a si corresponde hacer la diferencia.

SI: - No encuentro ninguna diferencia a la hora de escribir. Los resultados tampoco deben medirse por el sexo del autor sino por la calidad literaria que alcanza un libro. Tal vez el punto de vista sobre lo narrado o la posición del autor frente a lo que narra varíe según sea mujer u hombre; sus intereses tal vez varíen. Lo que se persigue es lo mismo: cierta intensidad y la comuniación con el lector.

HB: - ¿Te sentís embanderada o cercana a alguna corriente literaria? ¿Existen corrientes literarias?

SI:  - No; a mí me alimenta todo. Me gusta la diversidad y libros muy distintos me pueden resultar igual de fascinantes. Existen recorridos, formas de entender la literatura y la manera de narrar. Existen también las modas efímeras. A veces se confunde la crítica literaria con la literatura. Son cosas completamente distintas, aunque creo en el “crítico como artista”, como lo describió Oscar Wilde.

HB: - Leo y escucho que en esta crisis planetaria, es necesario un arte político. Decinos algo sobre esto, si concebís o no, la posibilidad de un arte político.

SI: - Todo arte es político. El arte reformula la realidad desde una ideología, e ideología quiere decir aquí manera de ver el mundo, escala de valores. El simple hecho de hacer pensar ya es político. No hablo de político en el sentido estrecho de “partido político” sino del modo de plantarse frente a la realidad y que esa realidad  no sea indiferente. Sería lo opuesto al opio de la televisión, a esa adormidera rebuscada, a ese espejo deformante totalmente comercializado. No toda. Veo cosas buenas que tiene que ver con el cine o con los documentales o con el arte en general.

HB: - ¿Cuál es el compromiso del escritor? ¿Con qué se compromete?

SI: - Un escritor se compromete con el mundo en que vive. Personalmente me preocupa la pobreza, la marginación, la falta de oportunidades que padece tanta gente, sobre todo los chicos. La imposibilidad de acceder a una vida mejor. Me importan la violencia y la crueldad que imperan y cómo se reproducen en el mal cine y la mala televisión que una inmensa cantidad de gente recibe sin filtro, sin poder oponer resistencia por falta de educación. En cuanto a lo que escribo, mi compromiso es hacer lo mejor que sé, dar lo mejor que pueda en un libro.

HB: - Balzac, Dostoyevski y Kafka. ¿De quá manera crees que responden a un compromiso con el hombre?

SI: -En que han expandido la manera de representar al hombre en cada época; han profundizado en lo esencialmente humano hasta tal punto que son universales. Un lector o lectora sea japonés o argentino o europeo pude encontrarse en sus ficciones y no sólo encontrarse, sino acceder a un grado de complejidad del mundo y de la existencia que lo lleve a comprender un poco más su propia realidad.

HB: - Sylvia. Terminando el encuentro. Contanos en qué estás trabajando por estos días y si hay alguna publicación en camino.

SI: - Estoy escribiendo una novela de la que espero tener una primera versión en unos dos meses; cuando la termine empezaré a considerar su publicación.

HB: - Te agradezco muchísimo por las respuestas, pero mucho más, por tu obra. Por la calidad y la belleza de tu obra.

SI: -Muchas gracias  
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1 comentario:

Alberto F dijo...

13Helios; muchas gracias por el esfuerzo que haces para que podamos disfrutar de la riqueza cultural de Silvia.

Estoy disfrutando "LA MUJER DE OTRO" de Abelardo Castillo, y lo disfruto tanto que lo traduje al francés, para que lo disfrute una escritora. Podés acercarle mi correo a Abelardo, para que se lo pase. Gracias .
Alberto Fillat
albertofillat@yahoo.com.ar